La biblioteca ambulante “Árbol de Lilas” cuenta con 35 ejemplares de Chaneton y 16 de La isla del fin del siglo, del dramaturgo Alejandro Finzi. Editadas por el Fondo Editorial Neuquino en los años 1993 y 1998 respectivamente, ambas obras comparten la particularidad de contar con personajes históricos, es decir, incluyen en la acción dramática la presencia de sujetos que encarnan a personas que adquirieron cierta relevancia en la historia.
Chaneton propone la reconstrucción del acontecimiento histórico en que la muerte de ocho evadidos en el paraje Zainuco costó también la vida del periodista e intendente neuquino Abel Chaneton, debido a su intención de esclarecer los hechos. La isla del fin del siglo, por su parte, junta en escena a personajes como Charles Darwin, Sigmund Freud, Antoine de Saint-Exupèry y explora una ficticia coincidencia espacio-temporal.
Un posible trabajo pedagógico estaría orientado a la inclusión de estas obras en programas de Literatura de 4° o 5° año de Nivel Medio, aunque podría extenderse a asignaturas como Medios de Comunicación, Historia, o materias específicas relativas a estudios culturales, propias de establecimientos que cuenten con orientaciones humanísticas en el ciclo superior.
Chaneton articula un discurso en el que el análisis histórico y contextual de la realidad local resulta ineludible; la temática del tren en la Patagonia abre la posibilidad de análisis de nuestra historia, en el sentido de cómo el pasado interpela nuestra actualidad. En boca de Chaneton, personaje principal, “el tren […] es el porvenir. Un día llegará el tren que unirá la Patagonia entera”.
La isla del fin del siglo se desarrolla en un espacio claramente patagónico. Freud espera infructuosamente, Darwin busca la fórmula para salvar al mundo, Exupèry intenta reparar el avión que los sacará del lugar, una cantante lírica sueña con una actuación en un ya inexistente teatro y un librero ambulante se lamenta a causa de que “están por quitarles los libros a los niños”.
El interés pedagógico de ambas obras radica en las múltiples puertas de acceso que proponen, en el análisis de diversos aspectos, a saber: historia, historia de la literatura, historia de la ciencia, la temática de la verdad, la temática del viaje, la Patagonia, el desierto, el aislamiento, entre muchas otras. Por último, nos interesa destacar que el trabajo con textos de autores locales en las aulas se convierte en un potenciador en la enseñanza-aprendizaje de la literatura, a causa de que abre la posibilidad de invitar al autor a hablar del texto en cuestión.
