NQN territorio de lecturas

No es mentira que Neuquén ha sido escrita como un sueño. Estas tierras nacen a partir del cruce de trazos que la narran en su origen. Grafías tramadas en lunas antiguas confluyen en aguas de lo singular…

Presentamos una nueva forma de leer Neuquén: a través de la narración en tiempo presente de las aventuras que la palabra fue tramando en el devenir destas tierras. Te invitamos a recorrer el territorio de una manera singular, como si fuera escrito para desentrañar miradas de lo posible.

BALDERRAMA, EL BANDIDO

Junto a Parada, Sepúlveda y Troncoso

tiene una banda de forajidos.

Él es el líder.

Paraje Negrete, al norte del territorio neuquino.

Invierno.

Los fríos bosques del sur

oscurecen con la lluvia.

Grávidos de humedad, destellan.

Primero el boliche de la viuda de Fuentes.

Amenazas, gritos, armas en mano.

De botín una copia de Smith & Wesson,

una carabina Winchester

y 800 pesos chilenos.

No retroceden ante la memoria

ni vuelve a conmoverlos el terremoto que partió una ladera

sobre el lago.

Después el Paraje de Guanacos.

Negocio “Los árabes”,

propiedad de los hermanos Curra.  

Primero el engaño y las buenas maneras,

granos para los animales y un poco de licor.

Después el tiroteo y las corridas;

las descargas ingresando de pleno.  

Perduran

en el instante completo de su herencia vegetal.

Allí la lluvia es tenue y empecinada como una telaraña.

¿El botín?

2500 pesos de moneda nacional

y polvo de oro de lavadero.

También algunas prendas, bebidas

y un cuchillo.

Un hombre construye su casa:

pone ventanas para ver

y paredes para no ser visto.

Después sigue solo, se escapa;

logra esconderse durante dos semanas.

La tarde del 9 de agosto es descubierto por un policía

pero logra engañarlo. Simula entregarse

y dispara a quemarropa.

Le siguen seis disparos más. 

Es pasajero, náufrago. Y lo sabe.

Sigue huyendo; cabalga sin rumbo.

Al día siguiente es interceptado por tres agentes

y ya no puede escapar.

Sólo resiste unos disparos y después arroja el arma,

se entrega.  

En la cordillera

a veces un tronco cae bajo el sopor de las nieblas.

Retumba

y acrecienta la oquedad del breve cuerpo.

Algunos datos:

Juan Balderrama, descendiente de españoles y mapuches, 31 años.

Trabajó en minas y en algunas labores agropecuarias.

Su lectura favorita es la Biblia.

Después de un largo chasquido,

como un trueno

calla.

Según el informe que forma parte de la causa,

el detenido […] es de una actitud humilde y respetuosa,

de mirada inteligente, con dicción abundante y propia,

y expresa sus ideas con una lucidez extraordinaria

para su medio social.

No menciones.

Alcanza el silencio de los árboles.

Material de referencia:

Rafart, Gabriel. Tiempo de violencia en la Patagonia. Bandidos, policías y jueces. 1890-1940. Buenos Aires, Prometeo Libros, 2008.

Los versos en cursiva pertenecen al texto La divisa del emboscado, de Irma Cuña.

Hilvana: Sebastián González

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