No es mentira que Neuquén ha sido escrita como un sueño. Estas tierras nacen a partir del cruce de trazos que la narran en su origen. Grafías tramadas en lunas antiguas confluyen en aguas de lo singular…
Presentamos una nueva forma de leer Neuquén: a través de la narración en tiempo presente de las aventuras que la palabra fue tramando en el devenir destas tierras. Te invitamos a recorrer el territorio de una manera singular, como si fuera escrito para desentrañar miradas de lo posible.
LO QUE SOSTIENE LA ESTRUCTURA
Ha llegado la noche y sus sombras andan por la calle
y cuando cierres tus ojos
el sueño vendrá de mis dedos
Todo parece temblar bajo sus pies.
Escucha cómo fricciona sus patas un grillo,
el sonido que eso produce.
los perros vagabundos y enfermos
y tu cuerpo recogido se duerme
se duerme
igual que las flores que se cierran
Piensa en los símbolos,
en qué significa significar.
Una casa que se inunda, por ejemplo,
asomarse a precipicios,
ejercicios arrojados a su propia dinámica de creación.
tu cabeza se inclina
y tu boca sonríe y bosteza
Piletones de piedra oscura y fría.
Esa construcción que veíamos de lejos
resultó ser una minera abandonada.
el perro entretenido con un tarro de basura
seguirá a un hombre de impermeable
Había máquinas y montañas de carbón,
galpones enormes.
Algo extraño, realmente,
una mole indefinible.
tus ojos se cierran:
tu cuerpo duerme junto al mío
y las sombras de la calle se mueven con lentitud.
Punto de contacto Los versos en cursiva pertenecen a fragmentos del texto La costa que todavía crece, de Alejandro Finzi.
Hilvana: Sebastián González