No es mentira que Neuquén ha sido escrita como un sueño. Estas tierras nacen en el cruce de trazos que la narran en su origen. Texturas orales y escritas hace muchas lunas, hace siglos, entraman una encarnadura que la hacen propia y singular. Iniciamos un recorrido para desentrañar lecturas de lo posible de este territorio escrito en viento, en agua, por múltiples manos, por infinitas conciencias.
Capítulo 5: Abel Chaneton: Érase una vez en el oeste
El 23 de mayo de 1916, luego de un motín,
ochenta y seis presos logran escapar de la U9
Diecisiete de ellos llegan hasta el valle Zainuco, a unos 60 km de Zapala.
La Policía Territorial logra interceptarlos.
El supuesto enfrentamiento es confuso, inverosímil;
según los datos oficiales uno muere en el enfrentamiento
y ocho de ellos son trasladados a otra unidad penitenciaria
El resto muere de un disparo en la nuca
Él dirige un diario y se da cuenta que nadie investiga nada.
Habla de burocracia, de negociados entre amigos.
Denuncia con nombre y apellido al gobernador,
al juez letrado, al comisario inspector
y los sargentos
Sentencia su muerte
Y agrega: malversación de caudales públicos,
edictos sin publicar,
remates arreglados,
amenazas
La escritura como instrumento político
De ahí en adelante fue una cacería, pura persecución.
Dicen que fue una emboscada,
que lo trajeron engañado
hasta un bar en la esquina de Olascoaga y Mitre
Después de que él y un tal Palacios se dispararan mutuamente,
el remate a quemarropa del sargento Luna (que estaba de civil,
escondido por ahí cerca nomás)
fue el que terminó todo
Había llegado a Chos Malal en 1898.
Fue carpintero, telegrafista,
Juez de Paz
Concejal,
Intendente,
Presidente del concejo
y periodista
Fundó un diario
Dicen que los fusilados fueron dejados insepultos,
semidesnudos en medio de la meseta
durante una semana.
Él agonizó algunos minutos en la vereda;
no se sabe el tiempo exacto
Fuente de referencia: masneuquen.com