Compartimos con nuestra comunidad el cuento “Mi huemñi” de Leandro Felidor Catalán, alumno del CPEM Nº 79 de Paraje Lonco Luan. Sus quimelfe (profesoras) Mónica Henoch y María Eva Catalán, de Lengua y Literatura e Interculturalidad y bibliotecaria, tuvieron la amabilidad de acercarnos la bella obra de este joven escritor neuquino representante de las nuevas generaciones. Agradecemos a su padre, Felidor Catalán, por autorizar su publicación.
Mi huemñi (amigo)
“Los científicos dicen que estamos hechos,
de átomos, pero a mí un pajarito me contó
que estamos hechos de historias”
Eduardo Galeano
Jorge, mi huemñi (amigo) un día regresará, se fue a conocer diferentes culturas. Siempre tuvo un corazón aventurero, y constantemente decía, desde que éramos pequeños, que un día cuando fuese grande se iba a ir por el mundo.
Siempre lo espero, en algún momento sentiré una piedra en el techo y gritará como siempre ¡llegué, llegué!
Te cuento a vos porque mientras él no está tú eres mi chrehua (perro) huemñi (amigo), mi compañero, y te digo más: sé que vendrá a verme y podrá ver cómo ha crecido nuestra lof (comunidad) y quedará encantado cuando te conozca.
Recuerdo cuando nos escapábamos al lafquen (lago) para leer cuentos; uno de ellos que nos movilizaba siempre era el de Las mil grullas, lo leímos una vez en la clase de Lengua. Pensábamos qué triste la historia de Naomi y Toshiro y todo por culpa de los hombres que deciden un día largar una bomba y ¡boom! mueren todos: pichiqueche (niños/as, che (gente), cullin (animales) desaparece la vegetación y contaminan la hual mapu (mundo).
Vos me mirás, chrehua (perro) huemñi (amigo), y si hablaras seguro que pensarías igual que yo, te digo más, eso pasa porque no se ponen de acuerdo, ¡son todos muy miserables! Me enoja saber que los presidentes cometen errores, y nos joden la vida a todos porque no toman buenas decisiones.
Me acuerdo que Jorge me dijo “un día que la humanidad está llena de historias”. Y ahora pienso cuántas vidas se fueron y se van con las perversas guerras, cüifi (historias) que no se podrán contar.
Me imagino en este momento a mi huemñi (amigo) Jorge, que se encuentra en Ucrania conociendo aquel país que está peleando ¡vaya a saber sus intereses! Sólo espero que la che (gente) y él pueda salvar su vida y salir de allí.
Mi deseo es poder encontrarnos nuevamente para recordar aquellos viejos tiempos, cuando éramos pichiqueche que hacíamos travesuras y nos íbamos a caballo por las mahuida (montañas), hasta llegar a un mallín y descansar un rato.
¡Qué mal! No sé nada de Jorge. Ni quiero pichitun (pensar) lo que está felen (viviendo) en estos momentos.
Recuerdo aquellas epehu (historias) que mi padre me contaba de pequeño cuando hizo el servicio militar obligatorio, donde pasaban frío y hambre…seguramente que una guerra es peor que pasar frío y hambre… con sólo pensarlo me da pánico.
Todo a mí alrededor se me hace extraño ¡siento un nudo en la garganta! Tanta incertidumbre me molesta.
¡Cuándo va a pasar esta porquería de guerra!, así todo el mundo puede estar más tranquilo y buscar el kume felen (buen vivir), que se dejen de joder, basta de pelear, mejor cuidemos de nuestra huall mapu (mundo) que llora y se cae a pedazos.
Mi huemñi (amigo) que tiene una historia para contar…