María Cristina Venturini, Orcalumis: Fantasías de Bolsillo

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María Cristina Venturini, Orcalumis: Fantasías de Bolsillo, San Martín de los Andes, 2015.

 

Puede constituir una innovadora iniciativa acercar al aula Orcalumis, compilación de brevísimos relatos de la escritora María Cristina Venturini, residente en la ciudad de San Martín de los Andes y autora de una considerable producción escrituraria en la que se destaca su producción poética. Recientemente visitó el CeDIE, donde estuvo desarrollando actividades en el marco del Plan Provincial de Lectura.

“Orcalumis” es uno de los cuatro microrrelatos que integran el librito que lleva el mismo nombre. Los títulos restantes son “Dragón cachetón”, “Los soldados no usaban jardines” y “Ratón verde, Ratón azul”. La original edición estuvo a cargo de Magdalena Maffeis; las ilustraciones, por su parte, pertenecen a Francisco Maffeis; hija e hijo de la escritora, respectivamente.

Una primera aproximación a Orcalumis nos llevará a pensar posiblemente en que estamos frente a un texto perteneciente a la denominada “literatura infantil”. No quepa duda de que este libro está destinado, en alguna medida, a lectores de esa franja etaria. Sin embargo, según afirma María Teresa Andruetto en “Hacia una literatura sin adjetivos”: “la tendencia a considerar la literatura infantil y/o juvenil básicamente por lo que tiene de infantil o de juvenil, es un peligro”. En este sentido, no debería ser vista con malos ojos la inclusión de este libro en una selección de lecturas para nivel medio; incluso, cualquier lectora, cualquier lector, o, en palabras de Andruetto, “lectores a secas”, sacará provecho de la interacción con Orcalumis. El efecto que produce el protagonista del relato del mismo nombre en los demás personajes puede funcionar a modo de evidencia de la afirmación anterior: “la aparición del unicornio rosa nos cambió las costumbres”.

Sin intención de etiquetar de manera irremediable, estos cuatro microrrelatos se hallan muy próximos a lo que en los estudios literarios se ha designado con el nombre de “literatura fantástica”, aunque ésta no constituya una definición nítida. Lo que sí sabemos es que en los relatos llamados fantásticos irrumpen en el “mundo real”, el “misterio”, lo “inexplicable”, lo “inadmisible”… (Todorov, Introducción a la literatura fantástica).

Con todo, cada uno de los relatos que integran Orcalumis constituye una totalidad, un micromundo que podríamos definir como ‘redondo’, uno “más redondo que el otro”, al igual que los cachetes del entrañable “Dragón cachetón”. Y, como propone Bachelard en su Poética del espacio, “todo lo que es redondo atrae la caricia”; a estos relatos, a estos personajes, desearíamos acariciarlos.

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