El 24 de marzo de 1976, las Fuerzas Armadas derrocaban el gobierno constitucional de la presidenta María Estela Martínez de Perón. A partir de esa fecha se instauró en el país una dictadura cívico militar cuyo ejercicio autoritario del poder dio fin a toda participación política, suspendió las garantías individuales y violó sistemáticamente, cometiendo crímenes de lesa humanidad, los derechos de las personas.
La instauración del terrorismo de Estado por parte del gobierno de facto buscó desarticular todo lo contrario a la constitución del orden que pretendió establecer, y que se tradujo en numerosas acciones violentas y delictivas. Entre ellas figuró la censura y la prohibición de libros, canciones, películas, obras de teatro y de cualquier acción cultural que supusiera una amenaza a sus fines.
Libros y bibliotecas fueron blancos de ataque del estado represor. Y muchas personas que se desempeñaban en espacios de custodia y divulgación de la cultura, así como los defensores de la libertad de expresión, prestaron sus nombres a la lamentable lista de los 30000 desaparecidos.
Hay hechos y situaciones que no debemos dejar de recordar. Vaya nuestro reconocimiento para bibliotecarios, bibliotecarias, trabajadores y trabajadoras de bibliotecas desaparecidos/as en la cruel y sangrienta dictadura cívico militar.
Los libros prohibidos
Entre las obras cuya circulación y divulgación se vio prohibida, suspendida, con ediciones íntegramente secuestradas primero y quemadas después, figuran las siguientes:
Un elefante ocupa mucho espacio, de Elsa Bornemann. Se trata de quince cuentos infantiles que abordan diversas versiones de la justicia.
El nacimiento, los niños y el amor, de Agnés Rosenstiehl. Una guía de educación sexual para pequeños que, de acuerdo con el dictamen dictatorial, “agravia a la moral, a la Iglesia, a la familia, al ser humano y a la sociedad que éste compone”.
La torre de cubos, de Laura Devetach. Una serie de cuentos que relatan la vida cotidiana: padres que trabajan, familias a las que no les alcanza el dinero y que, además, incluye palabras desaconsejadas por el gobierno militar como por ejemplo “alpargatas”. El lenguaje, para el régimen militar, debía ser uniforme (si es posible trazar un juego de palabras), sin regionalismos ni connotaciones sociales.
El pueblo que no quería ser gris, de Beatriz Doumerc. La obra nos cuenta acerca de que las personas se oponen a la decisión del rey de pintar todas las casas de un mismo color, y por ello empiezan a teñirlas de rojo, azul y blanco.
La ultrabomba, de Mario Lodi. Un piloto de avión se niega a cumplir la orden de arrojar la bomba sobre “el enemigo”: niñas y niños jugando, personas trabajando…
Fuente:
http://planlectura.educ.ar/?p=897
Bibliotecarias y bibliotecarios Desaparecidas/os por la última dictadura cívico militar:
Juan Pablo Maestre, Buenos Aires (julio 1972)
Rodolfo Francisco Achem, La Plata (08/10/74)
Maurice Jeger Rymland, Francia, desaparecido en Tucumán (08/07/75)
Ana María Guzner, La Plata (05/09/75)
Napoleón Argentino Araneda, Mendoza (12/12/75)
Miguel Santiago Bacasún, Bahía Blanca (27/06/76)
Eduardo Benito Francisco Corvalán Mato, Capital Federal (22/07/76)
Julio Washington Cabrera, Buenos Aires (18/10/76)
Rosa Delicia Chaher, Buenos Aires (18/10/76)
Viviana Ercilia Micucci Iburrustela, Buenos Aires (11/11/76)
Elsa Noemí López Mateo, La Plata (12/11/76)
María de Jesús Peláez, Buenos Aires (21/12/76)
Elvira Estela Márquez Dreyer, Rosario (Santa Fe) (03/08/76)
Rosa Angélica Murno Merediz, Buenos Aires (04/01/77)
Pedro Ulderico Ponce Sgattoni, Mendoza (04/04/77)
Ana Inés Della Croce, La Plata (12/04/77)
Susana Raquel González, La Plata (14/04/77)
Marta Susana Diez Troncoso, Rosario (Santa Fe) (15/05/77)
Mónica Marta María Capelli, Córdoba, desaparecida en Rosario (Santa Fe) (16/05/77)
Mary Norma Luppi Mazzone, Uruguay, desaparecida en Buenos Aires (10/06/77)
Ramón Manuel Saavedra, Capital Federal (14/07/77)
José Dalmiro Rojas (h), Tucumán (21/07/77)
María José Rapela Magnone, Buenos Aires (30/07/77)
Ana María Tossetti Jauregui, desaparecida en Córdoba o Buenos Aires (27/08/77)
Beatriz Arango Sánchez, Capital Federal (24/11/77)
Ricardo René Haidar Camissi, Capital Federal (19/12/82)
Fuente: http://eprints.rclis.org/25206/1/articulo%20Cancino%20Franco%20Kuschevatzky%20Solari.pdf