Janice Winkler (selección y traducción) y María Aranguren (ilustraciones), De los rayos del sol como sogas, Neuquén, Tanta Ceniza Editora, 2019.

20190618_100203La Biblioteca Ambulante “El árbol de lilas” ha adquirido doce ejemplares de la antología De los rayos del sol como sogas, elegante primera edición con la que Tanta Ceniza, novísima editorial, busca abrirse paso en el circuito local.

La antología incluye once poemas de Christina Rosetti, Emily Dickinson, Emily Brontë, Eleanor Farjeon, Robert Louis Stevenson y también una buena parte de poemas anónimos. Con un majestuoso epígrafe de Edna St. Vincent Millay, el libro constituye, además, el primer título de la colección Maras en la barda, destinada a un público infantil; no obstante, desde varios puntos de vista, el volumen discute las líneas canónicas de la literatura que busca lectores en esa franja etárea.

Por un lado, la edición está pensada para infancias en una mirada que amplía el horizonte de la literatura que solemos entregar como mediadores y mediadoras de lectura para ser leída por niños y niñas. En su aspecto visual, las ilustraciones abonan esta idea: acontece un corrimiento de la paleta de colores hegemónica, constituida por colores primarios, usualmente brillantes, que invaden y excitan únicamente el sentido visual de sus receptores, con la consecuencia de que proponen  una significación unívoca.

En una paleta de grises y verdes, De los rayos del sol como sogas despliega un universo de animales antropomórficos, una exuberante botánica lírica, insectos innumerables que exaltan y posibilitan una mirada oblicua en torno del texto literario. ¿Dónde ha sido escrito que un poema de Emily Brontë, por poner sólo un ejemplo, está destinado a personas adultas y no puede ser apreciado por niños y niñas?

Por otra parte, en su aspecto paratextual, encontramos una referencia amorosa a los antiguos libros destinados a las infancias; en estos se proponía la apropiación de un libro: ser y estar en un libro, que mi nombre esté en un libro. En la primera hoja hay un espacio destinado a la escritura del nombre propio, que quedará flotando entre mariposas, libélulas y flores. En la contratapa, se visualiza la propuesta de Tanta Ceniza Editora, que destaca en color las palabras leer y edad como premisa y consigna.

 

Romina Olivero / Pablo Iglesias

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