Hoy: Orietta Favaro
Neuquén puede ser definido como un territorio bifronte –para los años de referencia– tanto por la realidad de su ubicación mediterránea como por la necesidad de comunicarse con el oeste. Se encuentra estrechamente vinculado con Chile (por la cercanía, por el asentamiento de población y porque la Cordillera de los Andes no es una barrera infranqueable) y con el área del Litoral y la Pampa Húmeda dado que en esos sitios se encuentra la sede del poder político y las provisiones de mercadería y bienes. La existencia del puerto fue determinante incluso para la futura integración del espacio neuquino, hecho que se producirá lentamente y varias décadas después de la denominada “Conquista del Desierto”, que sometió y/o eliminó a los habitantes de estas zonas: las naciones indígenas. La consolidación de los estados argentino y chileno facilitó la supervivencia de relaciones comerciales, fundamentalmente en el área de frontera. A pesar de la conquista militar de los territorios indígenas la actividad comercial sobrevivió, aunque con nuevas normas y actores, hasta muy avanzado el siglo XX. Recordemos que no sólo en Neuquén sino también en otros territorios del sur argentino, la economía de los pueblos originarios estuvo vinculada durante años a la demanda de centros urbanos y portuarios del sur chileno, funcionando como economías complementarias. “Se cubrían con áreas de cría las necesidades de carne vacuna y otros derivados ganaderos, cuya transformación se efectuaba en las curtiembres, saladeros y graserías establecidos en los centros urbanos de ultra cordillera, a la vez que desde los puertos chilenos, se exportaba cueros, tasajo y otros subproductos con destino al consumo europeo y del resto de Sudamérica” (Bandieri, 2017: 239). Las distancias y altos fletes de las mercaderías ingresadas desde el Atlántico favorecían el consumo de bienes variados provenientes de la plaza chilena, así como la circulación de la moneda de ese origen. Es decir, había prácticas culturales comunes que caracterizaban las poblaciones de ambas márgenes de la cordillera, situación similar a otros territorios patagónicos. Por lo tanto, hubo un importante contacto entre la Patagonia argentina y el sur chileno, sin desconocer la existencia de intercambios con otras regiones del país (Ibíd, 241). Recordemos que Neuquén, antes de que se convirtiera en Territorio Nacional, era paso obligado de los arreos del ganado proveniente de la Pampa Húmeda y de la Norpatagonia con destino a Chile. Fragmento inicial de “Neuquén, un territorio bifronte”, de Orietta Favaro. Centro Editor, CeDIE, 2018. Si querés leer y/o descargar el libro completo, hacé click en el siguiente botón: