El 13 de junio se conmemora el Día del Escritor Argentino en homenaje al natalicio de Leopoldo Lugones, uno de nuestros más reconocidos escritores. La fecha fue propuesta por la SADE, institución que el propio Lugones había fundado.
Para conmemorar esta fecha, desde el CeDIE te proponemos que conozcas a los escritores que tuvieron que ver con el desarrollo de nuestra provincia hacia fines del siglo XX. Por la importancia de sus desempeños desde espacios de gobierno, se dice que “Neuquén fue fundada por poetas”. Y nosotros, desde el CeDIE, queremos rendirles homenaje. Es más: te contamos que nos encontramos trabajando en un libro que reunirá parte de sus producciones literarias y que publicará el Centro Editor, nuestra editorial, bajo el título “Neuquén, territorio de poetas”. Pero ésa es una historia para más adelante. Podríamos empezar hablando de una figura cuyo perfil como intelectual no es tan difundida: la de Manuel Olascoaga, fundador de Chos Malal y primer gobernador del Territorio Nacional de Neuquén. Olascoaga es autor de una vastísima obra con más de una veintena de publicaciones, que van desde investigaciones científicas hasta el drama teatral y la novela histórica. Carlos Bouquet Roldán, poeta y militar, se destacó por ser gobernador del territorio neuquino cuando el traslado de la capitalidad de Chos Malal a Neuquén. El modernista Eduardo Talero, amigo de José Martí y Rubén Darío, acaso las personalidades más importantes de las letras latinoamericanas de fines del siglo XIX, fue secretario de gobierno de Bouquet Roldán. Su vida es digna de una película de aventuras: sobrino del dictador de Colombia, debe huir luego de que se da la orden de su fusilamiento por combatir el régimen conservador clerical. Luego de un extraordinario derrotero recala en Neuquén, donde pasaría el resto de su vida. Bouquet Roldán y Talero escribieron “Poema de calles y diagonales”, y dibujaron la ciudad sobre un médano de sueño. Con estas figuras ya bastaría para afirmar que Neuquén es “territorio de poetas”. Afortunadamente, la historia de nuestras letras no se detiene: continúa sólida su marcha sobre estas tierras desérticas y fecundas. El escritor e investigador Félix San Martín es muestra de compromiso con estas tierras. Amigo de Juan Benigar, en sus obras no dejó de reivindicar, acaso para dejar un mensaje a las generaciones venideras, la valiosa cultura mapuche. Miguel A. Camino es considerado el primer escritor de San Martín de los Andes, lugar donde residió entre 1916 y 1925. Sus obras “Chaquiras” y “Chacayaleras” dan testimonio de una escritura que evoca tramas populares con simplicidad y hondura. Artista polifacético se destacó, además, en teatro, música y pintura. Borges, por ejemplo, lo cita en un ensayo sobre el origen del tango y algunas de sus letras fueron acompañadas por compases de Osvaldo Pugliese. Y como si fuera poco: Carlos Gardel, Atahualpa Yupanqui y Mercedes Sosa se encuentran entre quienes pusieron voz a sus creaciones. Juan Julián Lastra fue otro gran poeta que contribuyó a fortalecer los cimientos líricos de Neuquén. Amigo de Alfonsina Storni, Baldomero Fernández Moreno, Manuel Gálvez y Rubén Darío, fue colaborador frecuente del periódico “Neuquén”, que dirigía una de las emblemáticas figuras intelectuales del Neuquén de ayer: Abel Chaneton. Las calles de toda nuestra provincia honran la memoria de escritores y poetas. Con justa razón: de un modo u otro, lo que somos proviene de sus aciertos y desventuras, de sus conformaciones político–ideológicas, de sus poderosas motivaciones. Todo ello fue plasmado con sus plumas en el recado de escribir sobre sus escritorios iluminados con velas o con lámparas de gas o kerosene, escritos que el tiempo tornó legado para generaciones venideras. Nuestra historia literaria es, como vimos, riquísima; el presente, sin embargo, no se queda atrás: Neuquén sigue siendo un territorio fecundo en escritores y poetas, voces que dicen ¡presente! para mostrar realidades nuevas y renovadas, siempre necesarias. Voces que no siempre tuvieron voz van dejando rastros por estas calles nuevas y viejas, inaugurando el paisaje a cada letra.