María Cristina Ramos, La casa del aire, Neuquén, Ruedamares, 2013.

20190619_120410Usuarios y usuarias del sector pedagógico de la biblioteca del Centro de Documentación e Información Educativa “Alicia Pifarré”, que persistan en la búsqueda de literatura, en la reflexión de los modos de ofrecerla y en la concientización de que en la mediación de lectura literaria inician, con todo lo que eso implica, lectores y lectoras, encontrarán en La casa del aire, de la escritora María Cristina Ramos, una obra que oriente y sostenga el caminar por los innumerables senderos que construye el lenguaje literario.

La colección está constituida por tres volúmenes y fue editada por Editorial Ruedamares, sello que inauguró e impulsa actualmente Ramos. En esta obra en particular, la escritora ofrece su mirada y su experiencia de más de treinta años como coordinadora de talleres de lectura y de escritura.

En los dos primeros volúmenes, La casa del aire: literatura en la escuela para inicial y primer ciclo y La casa del aire: literatura en la escuela para segundo y tercer ciclo, editados en el año 2013 y en el año 2015, respectivamente, Ramos propone el abordaje del texto literario en relación con la “lectura compartida” y con la generación de “espacios cooperativos” que construyen sentidos como una práctica necesaria para entender los mundos que habitamos. Además, encontraremos pistas, respaldos teóricos para “pensar el hacer”, sugerencias de actividades, selección de textos literarios y anécdotas, “que reflejan instantes de apropiación de la lectura literaria”. La autora expresa la necesidad colectiva de

“una escuela que no olvide la casa del aire, ese espacio de imaginación que impera en el silencio de los chicos, en sus juegos […] cuyo ejercicio implica también un modo de conocimiento y para el cual la literatura es anclaje y es contención”.

El tercer volumen, titulado La casa del aire: taller literario, suma la intensa actividad desarrollada por Griselda Martínez, docente, escritora e hija de María Cristina Ramos, en diversas instancias de talleres literarios para todas las edades. Así, las dos autoras, desde la firme convicción que otorga el estudio, la cercanía y la observación, proponen y muestran el taller literario como el espacio óptimo que puede brindar la escuela para iniciar a sus estudiantes “en la búsqueda de un territorio posible donde desplegar la creatividad”, en el que la libertad de expresión quede resguardada y se propicien las condiciones para que ocurra la singularidad.

Ya desde el primer volumen, Ramos advertía que la poesía continúa “estando relegada” en las escuelas, con muy poco espacio físico en las bibliotecas y esos pocos libros, ubicados en un estante inaccesible. La casa del aire, en sus tres volúmenes, propondrá a la palabra poética en tanto “refugio y sostén de la sensibilidad”, con la cual se nos ofrece “la posibilidad de percibir y comprender (leer) sentimientos y emociones” y específicamente en el tercero, las autoras reafirmarán que el tránsito de la experiencia de un taller literario no implica superficialidad ni mucho menos vacuidad de contenidos; muy por el contrario, alientan la continuidad de prácticas programadas y proponen el taller literario como un espacio en permanente construcción. La colección se completa con un anexo titulado La casa del aire: diseños visuales y otros recursos prácticos para el aula, que son sugeridos como estrategia para compartir la poesía.

La colección La casa del aire constituye un material ineludible de consulta, indagación, formación e inspiración; origen y destino para quienes deciden asumir un compromiso en la hermosa tarea que constituye la mediación de lectura literaria en ámbitos educativos.

 

Alejandra Cortez / Pablo Iglesias

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